Movimiento educativo internacional
Musethica es una asociación declarada de Utilidad Pública desde 2016 que introduce un nuevo concepto y enfoque para la formación superior en la interpretación de música clásica.
En los itinerarios formativos habituales los estudiantes tienen pocas oportunidades de ofrecer conciertos públicos. A través del programa de Musethica, las y los jóvenes músicos seleccionados por su excelencia, tienen la oportunidad de realizar conciertos con regularidad como parte de su programa educativo. Los conciertos se realizan en su mayoría para audiencias que no acuden habitualmente a las salas de conciertos y tienen lugar en diferentes lugares de la comunidad local como hospitales, centros de educación especial, albergues sociales, colegios, refugios, guarderías, centros psiquiátricos, prisiones, centros para personas con discapacidad, centros de inmigración, empresas sociales o residencias de ancianos. Un número relativamente pequeño de los conciertos se lleva a cabo en salas tradicionales. Cada estudiante es tutelado por profesores de prestigio internacional que, además, de impartir las clases, participan en los conciertos junto con los alumnos.
Dimensión social
La tarea de un músico es transmitir una idea musical a un público, a través del instrumento; algo que no puede ser enseñado en un aula. Es solo en el encuentro con una audiencia, cuando el músico puede aprender a dominar su instrumento al máximo.
El programa de encuentros intensivos y los numerosos conciertos con un público que da una respuesta más allá de lo habitual, ha demostrado ser extraordinariamente positivo para los jóvenes músicos que tienen la oportunidad de participar en el proyecto.
El fin de Musethica no es diferenciar distintos tipos de audiencias, sino ofrecer la misma calidad y el mismo repertorio en todos los lugares. Carmen Marcuello, cofundadora de Musethica, relata de esta manera el impulso y el trasfondo del proyecto:
“En estos cinco años, nuestro proyecto se ha exportado a ocho países y jóvenes músicos virtuosos mejoran su nivel de interpretación gracias a las conciertos y a nuestros profesores. Pero la dimensión social es igual de importante que la musical: en estos cinco años hemos observado que en los centros sociales se escucha de otro modo. La emoción que se genera es palpable, genera integración, es un público muy exigente, nos enseñan a escuchar y para el músico es todo un reto. Para ser un buen músico tienes que saber escuchar”.